La serie adolescente que marcó un antes y un después en la historia… Y Disney+ está mostrando mal

En 2025, nada tiene una segunda oportunidad. Tienes solo una temporada para causar un impacto en la gente, y si no, irás a dormir el sueño eterno audiovisual, enterrado entre realities, series, películas y todo tipo de fondo de catálogo. Sin embargo, en los años 90 no era tan raro que al concepto de una serie o una película que fracasó se le hicieran un par de remedos y resucitara de otra manera. Ese fue el caso de Buffy Cazavampiros, que empezó su vida en 1992 en forma de película guionizada por Joss Whedon y dirigida -o masacrada, según se mire- por Fran Rubel Kuzui. Fue un absoluto fracaso tanto de crítica como de taquilla (bueno, más o menos, dio unos pocos beneficios) y muchos creyeron que ese era el final de las aventuras vampíricas de esta adolescente.

Once more, with feeling

Sin embargo, cinco años después, en 1997, The WB estrenó Buffy Cazavampiros, una serie televisiva, esta vez sí, creada y dirigida por Whedon, cuyo concepto era tan sencillo como fantástico: “El instituto, pero es una película de terror”. O sea, el instituto. Todos sabemos lo que pasó con Buffy: se emitió hasta 2003 durante 7 temporadas y 144 episodios, y tuvo su correspondiente spin-off con Angel, que tuvo 5 tandas y 110 capítulos más.

Es más: su éxito fue tal que dio lugar a una serie de cómics que continuaba las temporadas, videojuegos, novelas, juegos de rol y todo tipo de merchandising. Para tanto es, que en 2026 se estrenará una secuela con Sarah Michelle Gellar repitiendo el papel de la cazadora, con una novata a su cargo. Sin embargo, y aunque creas que eres el mayor fan del mundo… ¿Sabes que es posible que hayas estado viendo Buffy mal desde el principio? No te preocupes, eso sí: la culpa no es tuya, sino de Disney+ y los restauradores.

En 1997, cuando Buffy se emitió por primera vez, las televisiones de todo el mundo mostraban las series y películas en 4:3 (por entendernos, en formato cuadrado). Si se emitía una película, o bien la adaptaban a la imagen, o bien ponían dos franjas negras arriba y abajo par poder emitirla en 16:9. Sin embargo, poco a poco la televisión se fue adaptando al nuevo formato y a la alta definición, descubriendo partes de los planos que solo los propietarios de una televisión grande podían ver (en Me Llamo Earl, por ejemplo, utilizaban esos recovecos para saludar a los usuarios con HD). Cada serie fue cambiando en su momento. Whedon decidió que Buffy no iba a ser así, al menos en intención: iba a seguir en 4:3 hasta su final.

Noche estrechada

Sin embargo, si pones el primer episodio de Buffy en Disney+ ahora mismo, comprobarás algo bastante curioso: todos los capítulos se muestran en 16:9. Puedes pensar que es perfecto para ver en tu televisión actual, pero lo cierto es que esta remasterización quita información de cada plano, porque en lugar de añadir a la izquierda y a la derecha, lo que hace es estirar y eliminar por arriba y por debajo. Esto lleva a planos mal cortados y referencias a cosas que apenas ver. Un desastre, vaya.

El propio Whedon afirmó que el único episodio pensado realmente para ver en WideScreen (o sea, en 16:9) fue el musical, Once more with feeling, mientras que los demás debían verse, de inicio a fin, en el formato original de 4:3. Bien es cierto que a partir de la temporada 4, y aunque se encajó en este formato, se rodó en 16:9, como el resto de series de la época, y es así como se encuentra en los DVD y en el resto del formato doméstico que ha salido hasta ahora (al menos, el DVD sí respetaba los 4:3 de las tres primeras temporadas).

Puede que pienses que no tiene ninguna importancia, pero lo cierto es que no es la primera vez que Disney+ juega con las temporadas antiguas y su ratio de pantalla. Por ejemplo, Los Simpson se mostró por primera vez en 16:9, cortando chistes visuales y haciendo que la imagen se viera con grano excesivo. Ante las quejas del público, Disney puso una opción de desactivar el estiramiento, algo que, por algún motivo, no ha hecho con Buffy. ¿Podremos volver a ver algún día a la Cazadora como originalmente se emitió? Crucemos los dedos. Y, por si acaso, cojamos las estacas. Nunca se sabe.