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La última derrota de Sam Altman es una victoria para Elon Musk

OpenAI se enfrenta a retos debido a su estructura sin ánimo de lucro, que limita la captación de capital y las oportunidades de crecimiento

La última derrota de Sam Altman es una victoria para Elon Musk
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Agencias

  • 6 de mayo de 2025
  • Actualizado: 6 de mayo de 2025, 23:21
La última derrota de Sam Altman es una victoria para Elon Musk

OpenAI ha logrado posicionarse como un líder en el campo de la inteligencia artificial (IA) gracias a productos innovadores como ChatGPT y GPT-4.

Sin embargo, a pesar de su éxito, la empresa sigue siendo una startup que enfrenta importantes desafíos, especialmente en lo que respecta a su estructura organizativa poco convencional.

Controlada por una entidad sin ánimo de lucro, OpenAI enfrenta dificultades para atraer capital privado, lo que podría limitar su capacidad para avanzar hacia una inteligencia artificial general (AGI).

La visión de Sam Altman sobre el futuro de OpenAI se complica

Recientemente, la junta directiva de OpenAI decidió mantener el control de la organización bajo la entidad sin ánimo de lucro, una decisión que podría frenar las aspiraciones de Sam Altman, CEO de la compañía, quien había propuesto una reestructuración para facilitar la atracción de inversiones.

Esta determinación fue comunicada oficialmente por Bret Taylor, presidente de la junta, tras consultas con las fiscalías generales de California y Delaware, que vigilan el estatus legal de organizaciones sin ánimo de lucro.

La negativa a reestructurar la empresa ha sido vista como una victoria para Elon Musk, quien había demandado a OpenAI alegando que había desviado su propósito inicial de desarrollar una IA segura y ética.

El mantener la supervisión de la organización sin ánimo de lucro refuerza parcialmente sus argumentos y destaca la tensión existente entre la necesidad de capital y el compromiso ético de la empresa.

A pesar de esta situación, OpenAI planea que su entidad comercial opere como una Corporación de Beneficio Público (PBC), aunque seguirá bajo la supervisión de la organización sin ánimo de lucro, que designará a los miembros de la junta de la nueva PBC.

Esto podría complicar futuras rondas de financiamiento, ya que en OpenAI los intereses no se miden únicamente en dividendos, un aspecto que podría no ser atractivo para todos los inversores.

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